" Eso es lo que sin duda desea la mujer: ser cortejada, halagada, persuadida, conquistada.. Incluso cuando se rinde lo que desea es rendirse no con franqueza, sino en una deliciosa bruma de confusión, resistiendo sin resistirse, cayendo, sí, pero sin que la suya sea una caída irrevocable. No: caer y volver después entre los caídos rehecha, virginal, lista para ser halagada y para volver a caer. Un juego con la muerte, un juego de resurrección. " Coetzee
Lo peor de todo es que igual nos desvivimos y las amamos.
martes, 5 de enero de 2010
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